¿A quién no le gusta el calzado con un buen tacón? A todas nos encantan. Y aunque en la mayoría de las ocasiones tengamos que sufrir todas sus incomodidades, los usamos porque estilizan nuestras piernas, son elegantes y nos hacen parecer más altas y delgadas.
Los hay para todos los gustos: cuñas, de aguja, plataformas, geométricos,… Los vemos en los escaparates, nos conquistan, y acabamos comprándolos casi cegadas. Y nunca, o casi, nunca nos paramos a pensar en los inconvenientes de usar calzado con tacón alto y si seremos capaces de soportar durante horas el caminar sobre semejantes taconazos. Y menos aún reparamos en cómo su uso continuo puede afectar a la salud de nuestro cuerpo.
La gran mayoría de las afecciones que suele ocasionar el uso frecuente de tacones altos son problemas en el aparato locomotor y de tipo articular como artritis, inestabilidad crónica en el tobillo, dolores de espalda y cuello…
Sin embargo, no podemos olvidar que su uso continuado también afecta al funcionamiento de sistema venoso propiciando trastornos vasculares, dolores, hinchazones y la aparición de varices.
Y es que, al caminar con tacones de infarto, no estamos caminando de forma natural e impedimos la correcta circulación sanguínea de retorno al corazón quedando una acumulación excesiva y perjudicial en las piernas.
Sin embargo, también debemos advertir que el uso de un calzado excesivamente plano también es perjudicial, ya que tienden a originar serios problemas en el tendón de Aquiles y en los gemelos.
Así que desde Varicentro os animamos a que penséis un poco más en vuestra salud usando un calzado con un tacón moderado, que os guste y con el que realmente os sintáis cómodas.