Detectar las varices suele ser bastante sencillo. Uno de los primeros síntomas es la presencia visible de arañas vasculares o de venas dilatadas y retorcidas que indican que el problema circulatorio comienza a agudizarse.
Otros síntomas que nos pueden delatar que padecemos de varices son:
- Pesadez, cansancio e hinchazón de piernas.
- Los calambres nocturnos y el hormigueo son también síntomas de una mala circulación.
Las varices suelen aparecer en los muslos, en la parte frontal o posterior de las pantorrillas o en el interior de las piernas, cerca de los tobillos y los pies. Aunque durante el embarazo podemos verlas también en la cara interna de los muslos, la parte baja de la pelvis y los glúteos.
Si notamos algunos de estos síntomas, es necesario acudir a un especialista en varices que nos evalúe y realice un diagnóstico más exacto del problema.
¿Cómo se diagnostican las varices?
Exploración
Al acudir a la consulta, nuestros especialistas te harán algunas preguntas y realizarán un examen para ver el estado de las venas varicosas a simple vista. Esta exploración debe hacerse de pie, ya que es la postura idónea para la aparición de varices. En ese momento el especialista observará si la red venosa está dilatada, el estado de la piel, si existen o no otras características como manchas, lesiones por rascado o úlceras.
También se realizará una palpación para observar si hay un aumento de la tensión venosa y si existe o no de dolor. Todo este proceso permite valorar, en principio, el grado de afectación.
Eco-Doppler
Para confirmar la primera evaluación se realiza otra prueba de ecografía que nos permite ver de forma más profunda el estado real de nuestras venas. La ecografía Eco-Doppler es una de las pruebas más importantes del momento. Gracias a ella podremos examinar la circulación venosa y buscar la presencia de insuficiencias valvulares o trombosis.
Esta técnica combina la ecografía con en el efecto Doppler:
- Gracias a la ecografía podemos observar las venas y arterias en su trayecto y comprobar las alteraciones que puedan existir en su interior.
- El efecto Doppler (ultrasonidos) que permite escuchar los reflujos o dilataciones varicosas, localizar la variz, detectar su longitud y calibre y señalizar las válvulas venosas que no cumplen su función. Esta prueba no es dolorosa y debe hacerse con el paciente de pie y tumbado.
Diagnosticar las varices adecuadamente es muy importante para que su tratamiento con espuma esclerosante sea el más efectivo en cada caso. Nuestro equipo médico sabe desde el principio dónde debe actuar y tiene un control permanente del trayecto de la espuma y la dosis utilizada durante el tratamiento.